HABITAR EL PATRIMONIO. La cooperativa de vivienda por ayuda mutua como medio de gestión y desarrollo edilicio y urbano.
INHABITING THE HERITAGE. Mutual-aid housing cooperatives as a means of urban and building management and development.
URUGUAY
Arq. Raúl Vallés + Arq. Daniela Árias + Arq. Marta Solanas Domínguez
RESUMEN
La experiencia de las cooperativas de vivienda por
ayuda mutua constituye un referente internacional como modelo de
producción y gestión social del hábitat.
En Uruguay, en los últimos cincuenta años, más de
25000 familias han resuelto el acceso y la permanencia a la vivienda
mediante este sistema, que fomenta la posterior gestión y mantenimiento
del conjunto.
La Casa de Lecocq, construida en 1874, está
catalogada como Monumento Histórico Nacional. En el marco del Plan
Especial de Ordenación Protección y Mejora de Ciudad Vieja en
Montevideo, la Cooperativa de Vivienda COVICIVI II es un caso
emblemático de restauración de un Monumento Histórico por parte de un
colectivo de habitantes del barrio, de bajos ingresos y sin experiencia
previa en rehabilitación.
Asimismo, es este grupo de vecinos el que habita el
edificio, lo que lo convierte en un aporte a la ciudad en términos de
patrimonio vivo, habitado y que como tal, sus usuarios muestran a
quienes lo visitan como ejemplo de transferencia del modelo a la
sociedad.
Es revelador en esta experiencia el proceso de
apropiación popular del “hecho arquitectónico” y cultural a través de
la autogestión del proceso, el aprendizaje y la capacitación.
Palabras clave: Monumento Histórico, Autogestión, Apropiación, Cooperativa de Vivienda, Ayuda Mutua.
ABSTRACT
The experience of mutual-aid housing cooperatives is
an international referent as a model of social production and
management of habitat.
In Uruguay, in the last fifty years, more than 25,000
families have solved their housing access and permanence through this
system, which fosters subsequent group management and maintenance.
The Lecocq House, built in 1874, is classified as a
Historical Monument. Within the framework of the Special Plan for the
Regulation, Protection and Improvement of the Old City in Montevideo,
the COVICIVI II Housing Cooperative is an emblematic case of restoration
of a Historical Monument by a group of low-income inhabitants of the
neighbourhood without any previous experience in restoration.
Likewise, the people who inhabit the building are
this same group of neighbours, which turns it into a contribution to
the city in terms of live, inhabited heritage, and as such, its users
show it to visitors as an example of model transfer to society.
In this experience, the process of popular
appropriation of the cultural and “architectural fact” through
self-management of the process, learning and training is revealing.
Key words that identify the subject: Historical Monument, Self-Management, Appropriation, Housing Cooperative, Mutual-Aid
El 25 de
septiembre de 2010, la cooperativa COVICIVI II cumplió 6 años habitada.
En este tiempo, la finca valorada como patrimonial pero abandonada y
en alto estado de deterioro ha recobrado vida gracias a sus vecinos,
que hicieron posible su recuperación. Estas páginas pretenden ser un
balance de la experiencia, surgida a partir del relato del colectivo
social que lo habita. De esta manera y desde la perspectiva de los
propios habitantes-restauradores, es posible valorar los resultados de
introducir el modelo Cooperativo de Viviendas por Ayuda Mutua (en
adelante CVAM) en un edificio catalogado como patrimonio histórico.
0. INTRODUCCIÓN.
El sistema cooperativo en Uruguay cuenta con más de
cien años de antecedentes lo cual lo convierte en un hecho
significativo dada la escasa edad del país independiente. El Movimiento
Cooperativo, reconoce en sus orígenes, evolución y desarrollo, una
vinculación directa con los movimientos sociales en formas de
organización y poder popular. Surgen con mayor consistencia hacia la
década del 20, década en la cual se genera el marco normativo
específico para este sector.
Es posible reconocer en el cooperativismo uruguayo
algunos elementos coincidentes como la vinculación con organizaciones o
gremios con una marcada pluralidad y autonomía y el rol determinante
del Estado, tanto en su fomento como en la obstaculización de su
desarrollo a lo largo de la historia.
El Cooperativismo de Vivienda, surge con tres
experiencias pioneras en Florida, Salto y Río Negro en el año 1966, con
el asesoramiento del Centro Cooperativista Uruguayo. En 1968 se
aprueba la Ley de Vivienda (Ley 13.728), en cuyo Capítulo X se
desarrolla y precisa el funcionamiento de las Cooperativas de Vivienda
(CV) y se define la función y composición de los Institutos de
Asistencia Técnica (IATs). Asimismo, se crea el Fondo Nacional de
Vivienda, el cual preveía el financiamiento de proyectos estatales,
privados o cooperativos.
Asimismo, se definen los distintos tipos de
cooperativas, según dos clasificaciones: el régimen de propiedad y la
forma inicial de aporte al financiamiento de las viviendas. Se establece
así la posibilidad de la propiedad individual o colectiva (en esta
última el habitante es “usuario” según un contrato de uso y goce
ilimitado). Las CV podrán ser “por ahorro previo” o por “ayuda mutua”
(en este caso, se aporta en horas de trabajo en la construcción de
viviendas). En síntesis, las CV suponen la suma de los esfuerzos del
Estado (que financia y supervisa) y de los habitantes, que aportan el
trabajo o el financiamiento inicial así como la gestión del proceso;
con el asesoramiento técnico de los IATs. Surgen también en estos años
las Federaciones de Cooperativas de Vivienda, con el objetivo de aunar
las demandas, necesidades y esfuerzos de las Cooperativas que se
conforman. Así, en 1969 se crea la Federación de Cooperativas de
Vivienda de Usuarios por Ahorro Previo (FECOVI) y en 1970 la Federación
Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM).
Tras una etapa inicial activa y dinámica en la que se
constituyen numerosas cooperativas y se construyen viviendas,
sobreviene el período de la dictadura militar (1973-1985) que supuso un
intento progresivo de minimizar la experiencia. Sin embargo, las CV se
mantuvieron como un espacio para el encuentro, a la vez que mostraron
en 1984 la potencia y profundidad de su arraigo en la sociedad uruguaya
mediante el rechazo al decreto que pretendía eliminar la propiedad
colectiva de las mismas. A partir de 1985, los sucesivos gobiernos
democráticos definirán el presupuesto destinado a vivienda según un
Plan Quinquenal, lo que supone una gran inestabilidad y una reducción
evidente de la capacidad de producción de viviendas dignas en relación a
los primeros años del CV. Por otra parte, en Montevideo desde 1990 la
Intendencia Municipal (IMM) pone en marcha una serie de iniciativas
importantes: la descentralización llevada a cabo con la creación de
Centros Comunales Zonales y sus Comisiones Especiales Permanentes
correspondientes, la creación de una cartera de tierras e inmuebles
municipales y las experiencias de reciclaje en la ciudad consolidada.
Éste será el nuevo contexto para una nueva etapa de las experiencias de
las CV.
Desde la dimensión socio-antropológica es posible
afirmar que la CVAM se constituye en un ámbito de producción de una
identidad cultural diferenciada, entendiendo la cultura desde el ámbito
de su producción y no de su consumo. Esto implica que, mediante la
reelaboración o la representación simbólica de estructuras materiales,
se comprende, reelabora y transforma el sistema social y la lucha por
la hegemonía.
La experiencia de las CVAM analizadas desde el
concepto de “movimiento social urbano” elaborado por Castells agrega
dos dimensiones a la mencionada anteriormente como dimensión cultural o
construcción de una identidad cultural diferenciada a través de las
relaciones comunitarias. Estas son: la apropiación de un espacio
residencial y urbano en términos de valor de uso y la conquista de la
autogestión política de base territorial; la primera en oposición al
espacio urbano como valor de cambio y la segunda en oposición a la
administración territorial centralizada por parte del estado.
Si bien se reconocen en este sistema
heterogeneidades, es posible hablar de las CVAM como comunidad,
“entendiendo como tal a un grupo con un sentido de trascendencia, basado
en un sistema de valores comunes, no necesariamente derivados de las
necesidades de la reproducción cotidiana”
1. CIUDAD VIEJA. LAS CVAM EN LA CIUDAD CONSOLIDADA.
“El futuro tiene muchos nombres, para los
débiles es lo inalcanzable, para los temerosos lo desconocido. Para los
valientes es la oportunidad.
COVICIVI 1990-2010”.
“(…) Montevideo no
escapa a la dinámica sufrida por la mayoría de los centros
metropolitanos de Latinoamérica: en un proceso que lleva por lo menos
treinta años, la mayoría de los barrios de las áreas centrales ha
perdido población y calidad ambiental, junto a una progresiva
tercerización y tugurización de su estructura física. Esto marca una
aguda contradicción en el proceso urbano: por un lado, la existencia de
sectores de zonas céntricas subutilizados y degradados; por otro una
dinámica permanente de expulsión de la población de menores recursos
hacia la periferia, donde su relocalización genera siempre altos costos
sociales y urbanos.”
En este contexto, la ciudad consolidada, y muy
especialmente la Ciudad Vieja, posee la estructura física y de
servicios pasibles de ser intervenidos para la rehabilitación física y
social. En este sentido, las experiencias de reciclaje se han asociado
históricamente a otro tipo de tejido urbano más ligado a las áreas
intermedias y periféricas, reservando la rehabilitación en el Casco de
la Ciudad Histórica a edificios de un reconocido valor patrimonial,
generalmente no vinculados al uso residencial. (fig.1)

En
el marco de Programas Piloto demostrativos promovidos por la IMM,
surge la posibilidad de introducir el modelo de CVAM en intervenciones
de reciclaje en la Ciudad Vieja. Esta innovación supone modificar el
esquema habitual a través del cual se habían venido realizando con éxito
las cooperativas de “nueva planta”.
El nuevo proceso fue un desafío para todos los
actores. Para los habitantes supuso un cambio en el imaginario
colectivo de vivienda propia tradicional de las cooperativas:
unifamiliar en conjunto abierto, con espacios libres compartidos; con
patio delantero y/o trasero, así como materiales y tecnologías de
construcción propias de este sistema. Reciclar edificios existentes
equivalía a modificar la tipología de vivienda y por tanto los espacios
comunes obtenidos. Para los técnicos, el desafío de diseñar y
gestionar una obra en que los constructores no cuentan con experiencia
previa, se hace aún mayor, por tratarse de edificios pre-existentes y
con valor patrimonial.
“(…) estas experiencias partieron de una serie de
pautas que permitieron precisar mejor sus objetivos y definir la
metodología del trabajo a emplear: el no desplazamiento de la población
residente, la recuperación y aprovechamiento de la estructura edilicia
existente, que ya cuenta además con servicios e infraestructuras, la
utilización de técnicas constructivas apropiadas y apropiables por la
gente, para potencializar sus posibilidades de aporte de ayuda mutua,
el apoyo y asesoramiento a la organización y autogestión de los vecinos
involucrados en un marco de trabajo interdisciplinario amplio.”
2. PROGRAMA “LAS BÓVEDAS”. COVICIVI: COOPERATIVA DE VIVIENDAS DE CIUDAD VIEJA.
“Por el derecho de los vecinos a vivir en su barrio, COVICIVI recicla la Historia”.
“La Cooperativa de
Vivienda Ciudad Vieja [COVICIVI] se fundó el 25 de Agosto de 1990, a
partir de un grupo de vecinos decididos a solucionar el problema de la
vivienda sobre la base de su derecho a permanecer en el barrio en el
cual vivían y según los principios del sistema cooperativo de
construcción por ayuda mutua”
A partir de la conformación de este grupo inicial,
comenzó un período de búsqueda de predios o inmuebles apropiados a las
características y necesidades del grupo. Al fin, se trataría de una
serie de fincas en una misma manzana, con frente a la Rambla 25 de
Agosto, entre Ituzaingó y Juan Carlos Gómez. En los primeros terrenos
asignados se desarrollaría COVICIVI I, en una segunda fase a partir de
1994, en lo que fue la casa de Lecocq, se desarrollaría COVICIVI II.
A través del relato de sus experiencias concretas y
sus vivencias vinculadas al proceso de construcción y gestión de su
propio hábitat, los vecinos rescatan los temas fundamentales: la
apropiación del concepto Patrimonio y la gestión del mismo, la
capacitación en autoconstrucción y en autogestión; la puesta en marcha
de servicios abiertos al barrio y la gestión de un proceso de escala
barrial.
LA APROPIACIÓN DEL CONCEPTO PATRIMONIO Y SU GESTIÓN.
“Esta casa es de 1794. Nuestra cooperativa fue
fundada en 1998 e inaugurada el 25 de setiembre de 2004. Se trata de la
única cooperativa de viviendas por ayuda mutua instalada en un
edificio que es patrimonio histórico, con el objetivo de recuperarlo y
preservarlo”. (fig.2)

Como los habitantes señalan, COVICIVI II es el único caso en que una
CVAM se desarrolla en un Monumento Histórico Nacional. Este hecho tuvo,
al inicio del proceso y durante la obra, controversias y opositores.
La resistencia fundamental se basaba en la desconfianza de dejar este patrimonio en las manos de personas sin experiencia en el terreno de la construcción y la restauración.
Para el Instituto HACER-DESUR, trabajar con el
colectivo de vecinos los aspectos históricos de la finca y su entorno
inmediato –aspectos físicos, urbanos, sociales- significó el primer
paso de la capacitación. Los esfuerzos del equipo interdisciplinario
estuvieron dirigidos en una primera instancia básica y fundamental, en
alcanzar niveles de comprensión y valoración del espacio a reciclar,
apostando no tanto a los aspectos estéticos, sino a las posibilidades
de aprovechamiento espacial y material que supone trabajar en
estructuras existentes consolidadas. Conforme avanzaron las obras al
interior del conjunto, se fueron agregando nuevos elementos, nuevos
aprendizajes de todo tipo, que posibilitaron profundizar en el
conocimiento histórico y patrimonial del monumento y su contexto.
Al día de hoy, el aprendizaje obtenido por los
cooperativistas de COVICIVI se evidencia en cada ocasión en que ellos
abren sus espacios a los visitantes. Como habitantes de un sitio
patrimonial, son plenamente conscientes del valor que implica para la
sociedad y la responsabilidad inherente que a ellos les supone. De
manera que las puertas de “sus casas” se abren a quien está dispuesto a
interesarse por la historia y por los procesos de restauración. Un
claro ejemplo de ello es la participación de la cooperativa cada año en
los “Días del Patrimonio”, en el que se expone y se recibe a una
cantidad enorme de ciudadanos, a quienes se les explica no sólo la
historia del edificio sino también la historia a través de la cual hoy
en día es posible que una CVAM dé vida a su interior.
Este hecho es la constatación no sólo de las
capacidades adquiridas para la gestión posterior de las fincas y su
entorno urbano en cuanto al reconocimiento de los valores
arquitectónicos y sociales, sino además de una profunda convicción y
sentido de apropiación de un espacio vital para ellos como es su
vivienda y su barrio y para el colectivo social en su conjunto.
LA CAPACITACIÓN EN AUTOCONSTRUCCIÓN Y EN AUTOGESTIÓN.
“(…) diferenciar la autogestión de la
autoconstrucción (…). La autogestión en cuanto implica mecanismos de
control del rendimiento del trabajo, optimización de la administración
de la obra, toma de decisiones que hagan a un continuo mejoramiento del
proyecto y formación y progreso en el área social de los integrantes
de la cooperativa, se convierte en el aspecto fundamental. La
autoconstrucción debe pasar previamente por una valoración objetiva del
grupo humano en la cual se definan claramente los objetivos a cumplir y
se arbitren los medios para encarar mediante contrataciones u otros
procedimientos alternativos aquellas tareas que no sean rentables o
positivas para el grupo humano” (fig. 3)

El trabajo en obra
por parte de los grupos cooperativos por ayuda mutua supone siempre
un desafío en términos de capacitación. Esto se debe a que los
conocimientos previos en construcción generalmente son escasos. El reto
en esta experiencia piloto (en las tareas de pre-obra y obra), tanto
para el IAT como para el colectivo de vecinos, consistió en abordar una
obra de alta complejidad tanto en los aspectos constructivos como en
los requerimientos de seguridad.
La capacitación en términos de construcción abre todo
un abanico de situaciones nuevas ligadas a la recuperación de
elementos propios de la finca existente con un alto valor histórico y
patrimonial. Así, los habitantes devienen en habitantes-restauradores
en la medida en que aprenden y transfieren la realización de labores de
recuperación edilicia. Con el asesoramiento del IAT y de
universitarios provenientes del campo de la arqueología -y de acuerdo al
grado de conservación estipulado para el edificio a rehabilitar- se
realiza la recuperación y restauración de aquellos elementos que no sólo
poseían valor patrimonial en sí mismos sino que además poseían el
potencial de ser recuperados y reutilizados. La capacitación, va
entonces directamente relacionada a la autogestión de este proyecto en
forma organizada, lo que les ha permitido a partir del reconocimiento y
valoración de soluciones constructivas apropiadas, apropiarse del
proceso de producción total, obteniendo calidad y bajo costo.
EL ROL DE LOS TECNICOS Y EL PROYECTO ARQUITECTONICO
La toma de partido supuso la consideración de una
serie de condicionantes impuestas por un lado por la Comisión de
Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación y por otro por las
características particulares del “modo de producción “ del sistema
cooperativo.
La actitud proyectual entonces debió considerar la
existencia de distintos “momentos” del proyecto que fueron tenidos en
cuenta tanto en su valor patrimonial como en sus potencialidades de
aprovechamiento en el marco de un programa habitacional con servicios
asociados así como la implantación y el potente rol del conjunto como
conformador urbano en el centro histórico.
El volumen de la esquina o “Casa de Lecocq”
propiamente dicha, ejemplo del “tipo” residencial característico del
período colonial ( 1805-10), presentaba un avanzado deterioro al inicio
de los trabajos, aunque conservando íntegramente sus cualidades
espaciales tanto interiores como exteriores. El edifico fue objeto de
una cuidadosa intervención mediante la restauración de la fachada
original y el mantenimiento de las proporciones del patio central,
aunque con una nueva organización de vanos del mismo, fruto de la
necesaria subdivisión en vertical que permitiera el aumento de unidades
habitacionales.
En el lote siguiente se toman dos decisiones
importantes en el desarrollo del proyecto. Por un lado se decide, con
el acuerdo de la cooperativa, destinar un volumen existente que data de
1795 (conformado en base a muros portantes de piedra de un espesor
cercano a 1 mt. y entrepiso y cubierta en base a estructura de troncos
de palmera), para la instalación de una “escuela taller” o servicio
barrial. Este edificio constituye un ejemplo casi único de este período
de la arquitectura civil de la colonia, tanto por su tipología como por
su tecnología constructiva. Se restaura parcialmente (fachadas y
cubierta ya que los fondos de que dispone la cooperativa deben ser
destinados a las viviendas) y se lo integra al espacio y servicios
comunes y al barrio mediante la rehabilitación del acceso original
hacia la calle Juan Carlos Gómez.
La otra decisión que se adopta es la demolición de un
volumen interior a este lote, cuyo estado de conservación era muy
crítico y a su vez su valor patrimonial no ameritaba su salvataje. Este
espacio se aprovecha para insertar en el proyecto un volumen de cuatro
niveles, donde se desarrollan viviendas de nueva planta.
El resultado es una composición en base a la
combinación de reciclaje, restauración y obra nueva, organizados en
base a su implantación original y al desarrollo de un sistema de
espacios colectivos que los vinculan. (fig.4, 5).


Completan el conjunto, un salón comunal en la planta baja hacia el
patio central y dos locales comerciales con acceso directo e
independiente desde la calle, que resuelven el vínculo entre el
proyecto y la plaza pública a la que enfrenta.
El programa residencial consta de 19 viviendas en
total, de las cuales 8 son de nueva planta y 11 fruto de reciclaje.
LA PUESTA EN MARCHA DE SERVICIOS ABIERTOS AL BARRIO Y LA GESTIÓN DE UN PROCESO DE ESCALA BARRIAL
La gestión del patrimonio por parte de los
cooperativistas posee, además, una dimensión de orden inmaterial. Esta
tiene que ver directamente con la puesta en valor del entorno
inmediato, el barrio y sus dinámicas de desarrollo y difusión.
Desde los inicios del emprendimiento, los vecinos
manifestaron su intención de aportar al barrio espacios en los que se
ofrecieran servicios tales como una guardería, centro de salud y
espacios para el deporte. En este sentido, se gestionó con los
organismos correspondientes la solicitud de uso de las Bóvedas ubicadas
frente a las fincas. Estas Bóvedas que conformaron parte de la muralla
de la ciudad histórica, estaban al momento de la restauración, en
condiciones de abandono y degradación. Los cooperativistas de COVICIVI
asumieron la responsabilidad de limpiar, consolidar y rehabilitar estos
espacios para uso del barrio en forma de espacio cultural. En la
actualidad, son ellos quienes los gestionan, organizando eventos y
actividades culturales (fig.7).

Asimismo, los vecinos de COVICIVI conformaron el primer Consejo Vecinal de la ciudad.
Con el tiempo, algunas de las iniciativas que en los
primeros años se prefiguraban como muy ambiciosas, se han ido
consolidando en instancias concretas. Así, una de las CV toma
actualmente el relevo del CAIF Los Pitufos en el entorno
próximo a las viviendas. Se suma a este ejemplo de aporte al barrio la
gestión de una Cooperativa de Turismo Comunitario.
De las experiencias
rescatadas mediante los relatos de los cooperativistas y con el
edificio restaurado a la vista, queda claro que la producción de
vivienda social por el sistema de autoconstrucción en esta experiencia
piloto de rehabilitación ha sido de inestimable aporte pues se
constituye en la apropiación del bien patrimonial y sus contenidos a
través de la Rehabilitación Física y Social.
En el Programa
“Las Bovedas”, las Cooperatvas COVICIVI I y COVICIVI II fueron
asesoradas por el Instituto Técnico Interdisciplinario “HACER-DESUR”
El valor total
que supone la conformación y construcción de la cooperativa es
financiado en un 85% a través de un préstamo por el Estado. El 15 %
restante corresponde a los usuarios.
Habiéndose desarmado con anterioridad el Fondo Nacional de Vivienda que estabilizaba las realizaciones en vivienda.
Concepto de Cultura
sugerido por García Canclini (1986) “(…)cuando se pretende el análisis
de un producto cultural…, en una sociedad estratificada en clases no
es posible hablar de la cultura como un elemento hegemónico y único
para toda la sociedad, es preciso entonces advertir la existencia por
un lado de una cultura hegemónica o dominante y por otro lado la
existencia de una cultura popular o subalterna”
CHÁVEZ y CARBALLAL (1997) pág. 64.
VALLÉS, Raúl (1998), pág. 151.
Reciclaje: “la
realización de obras de mejoramiento, complementación y subdivisión en
varias unidades de una vivienda existente”.
VALLÉS, Raúl (1998) pág. 154.
Informe elaborado por los cooperativistas y presentado a la IMM (Intendencia Municipal de Montevideo) en 1998.
“Lo que pasa es que
la Historia es inevitable que la digan los que la vivieron. La
Historia es la vivencia”. Sandra, cooperativista de COVICIVI I.
El Día del
Patrimonio se celebra todos los años en septiembre en todo el país.
Todos los edificios públicos se abren al público durante un fin de
semana, para que los ciudadanos puedan visitarlos y conocerlos.
http://www.patrimoniouruguay.net/
Documento elaborado por los cooperativistas como informe a presentar a la Intendencia. 1998.
Inventario
Patrimonial: Instrumento central de ordenación. A través de un
relevamiento de los padrones del área, se definen los grados de
conservación de las construcciones y por tanto el tipo de actuación o
modificación que se puede realizar sobre las mismas, “trascendiendo la
valoración de una época o un estilo determinado procurando proteger
calidades, significaciones y singularidades”.
Entre estos
elementos reutilizados se destacan los ladrillos que una vez
recuperados vuelven a formar parte de los forjados reconstruidos; las
vigas: las piedras que conforman la solería del patio y los pisos; así
como la carpintería de aberturas.
El Plan CAIF -Centro
de Atención a la Infancia y a la Familia-desde 1988, constituye una
política pública intersectorial de alianza entre el Estado,
Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), e Intendencias Municipales,
para garantizar la protección y promover los derechos de los niños y
las niñas desde su concepción hasta los 3 años, priorizando el acceso
de aquellos que provienen de familias en situación de pobreza y/o
vulnerabilidad social, a través de las modalidades urbanas y rural.
http://www.plancaif.org.uy/,
http://www.freewebs.com/caiflospitufos/
Fig. 1: Croquis del ámbito de intervención del Programa “Las Bóvedas”.
Fig. 2: Vista de las fachadas de la cooperativa COVICIVI II antes y después del proceso de reciclaje.
Fig. 3: Los habitantes-restauradores.
Fig. 4: Asamblea con el equipo interdisciplinario de HACER-DESUR.
Fig. 5: Recaudos graficos (plantas bajas de relevamiento original y proyecto)
Fig. 6: Recaudos gráficos (corte-fachada)
Fig. 7: Ciudadanos visitando la exposición en el Día del Patrimonio (setiembre de 2010) en el interior de
“Las Bóvedas”.
BIBLIOGRAFÍA
CASTELLS, Manuel. La ciudad y las masas. Sociología de los movimientos sociales urbanos. Madrid: Alianza, 1983.
CHÁVEZ, Daniel, CARBALLAL, Susana, La ciudad solidaria. El cooperativismo de vivienda por ayuda mutua, Montevideo, Facultad de Arquitectura y dd. Nordan Comunidad, 1997.
GARCÍA CANCLINI, Néstor. Las culturas populares en el capitalismo. México Nueva imagen. 1986.
GARCÍA CANCLINI, Néstor. Ideología y cultura. Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras de la UBAA.. 1986.
NAHOUM, Benjamín (comp.), Una historia con quince mil protagonistas. Las cooperativas de vivienda por ayuda mutua uruguayas, Montevideo, IMM y Junta de Andalucía, 2008.
VALLÉS, Raúl, “Reciclajes”, en Una historia con quince mil protagonistas.. IMM y Junta de Andalucía, 2008. “págs. 152-165”.
VV.AA, El cooperativismo en Uruguay,
Montevideo, Red Universitaria de las Américas en Estudios Cooperativos y
Asociativismo, Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio
(SCEAM).
Autores:
Arq. Raúl Vallés; Unidad Permanente de Vivienda -UPV- Facultad de Arquitectura de la
Universidad de la República, Uruguay. ravalles@gmail.com
Arq. Daniela Arias; Unidad Permanente de Vivienda -UPV- Facultad de Arquitectura de la
Universidad de la República, Uruguay. arias.03@gmail.com
Arq. Marta Solanas Domínguez; Grupo de investigación HUM-810 de la Universidad de Sevilla.
Realiza pasantía en la UPV. martasolanas@gmail.com,